Kajii narumi
Un poco sobre mi
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Mi pasión.
En nuestra vida hay sucesos que nos orillan a tomar ciertas decisiones. En mi caso tuve la dicha de tener familiares y amigos que me apoyaron en momentos duros y gracias a ellos, generé aficiones que hoy en día son mis mayores ventajas competitivas. Esto me lleva a no renegar de las tragedias que he vivido por que éstas me han generado muchas dichas que ahora son momentos muy apreciados.
Permíteme presentarme, me gusta bromear diciendo “Soy Kajii Narumi Alias Antoine (se pronuncia Antuan)” debido a que en internet me conocen más con mi NikeName que por mi propio nombre, en las siguientes líneas te contaré un poco sobre mi historia y mi formación académica, espiritual y de vida.
Competencias Personales
Recuerdo con mucho aprecio a un amigo que conocí tras una desgracia familiar, él a pesar de ser mucho mayor que yo, me dedicó bastante tiempo para hablar de los astros, recuerdo cuando llegaba con su telescopio y pasábamos horas en la noche viendo los planetas y las estrellas, eso generó en mí mucha curiosidad, cómo con los cristales podía ver los astros incluso con los filtros observar el sol, también durante los fines de semana dedicaba su tiempo para enseñarme a leer partituras y tocar el teclado.
Con el tiempo mi hermana siguió motivando esas aficiones, me regaló un telescopio, me ayudó a participar en obras de teatro y con esfuerzo me regaló una consola, siendo este mi primer encuentro con la tecnología, me gustaron tanto los videojuegos que cuando ella consiguió una PC quise probar los juegos de computadora, sin embargo era un equipo demasiado viejo para ese tiempo y con el afán de poder jugar empecé a investigar como lograr actualizarlo, y así fue como conocí el sistema operativo GNU / Linux.
En aquel tiempo, tenía un amigo que su hermano mayor había estudiado Informática, los navegadores Web no eran populares y Youtube no existía, él me prestó un disco de Debian (una distribución de Gnu Linux) y me dio unas páginas donde podía leer la documentación la cual estaba toda en Inglés. En esos tiempos no era común que la gente tuviera Internet en su casa así que teníamos que ir a un café Internet, y tras estar traduciendo la documentación con un diccionario, estar copiando paquetes en discos de 3 1/2 y hacer pruebas y pruebas y más pruebas, conseguí instalar Linux en la PC vieja. Al final no pude jugar ningún juego por que el equipo era muy viejo.
Continuamos con la amistad aún después de la secundaria, entré a estudiar una carrera técnica en optometría con bachiller y por rebeldía decidí salirme de mi casa, fue entonces cuando me vi con la necesidad de entrar a trabajar, estábamos en tiempos de vacaciones y por medio de una amiga entré como mensajero en un negocio de soporte técnico, durante las vacaciones no tuve complicaciones, el problema llegó cuando finalizaron porque la escuela a pesar de ser sabatina chocaba con mis horarios, fue cuando nuevamente el hermano de mi amigo nos recomendó como becarios en HP.
Puedo decir que el estar como becario allí me generó un conocimiento muy amplio, con la práctica de los equipos que nos llevaban, el asistir a servicios en empresas y la capacitación constante, hasta que logré tener un puesto en la empresa. Cuando se terminó el colegio tuve que tomar una decisión, continuar en HP o empezar a laborar en lo que había estudiado, y aunque ya tenia un buen trabajo no quería echar en saco roto los estudios. Así que empecé a trabajar en el mundo de la optometría. Durante el proceso estudié Japonés en el CeLE, también formé parte de la Estudiantina de la UAEMex, tocando el violín y la guitarra.
En paralelo
Aunque tenía mis dudas sobre agregar esta parte de mí, me doy cuenta de que es importante hacer mención a mi tipo de creencias y filosofía de vida. Dado que si he logrado acumular un gran número de recuerdos fue por seguir mis convicciones, las cuales en más de una ocasión me han mencionado que no son muy peculiares.
Bifröst: Mi camino espiritual
Puedo decir que crecí en un seno católico, pero justo el día que hice el sacramento de la eucaristía, tras salir de la catedral una duda existencial empezó a germinar dentro de mí. De pronto empecé a cuestionarme el porqué estaba realizando esa ceremonia, de alguna forma sabía que significaba, sin embargo, dudaba el motivo real de la acción, ¿Era porque yo quería? ¿O simplemente quería satisfacer los deseos de las personas que me rodean?.
Para la corta edad que tenía en aquel momento esa pequeña crisis iba creciendo de una manera mucho más rápida de lo que lograba resolverla, y para reforzar mi creencia empecé a leer la sagrada biblia. Tras terminarla por segunda vez recuerdo haber tenido más dudas de las que tenía antes de leerla por vez primera. En mi pequeña percepción del mundo, todo se dividía en bueno si creías en Dios y malo si no lo hacías.
De pronto me imaginaba que había cruzado al lado oscuro, no podía seguir “creyendo” al menos no como lo decía aquel libro que en mi parecer era contradictorio. Y comencé a investigar sobre a lo que le llamaba “el lado oscuro”. Poco a poco fui encontrando más información que reafirmaba ni decisión de alejarme en la creencia inculcada de pequeño, sin embargo, buscando más libros que leer encontré el libro de “El Anticristo” de Friedrich Nietzsche en la creciente biblioteca de mi hermana. Cuando comencé a leerlo todo era confuso, pero algo de lo que mencionaba lograba entender, hasta el momento que mi hermana me expresó que esa lectura era muy pesada para mi corta edad y me prestó otro libro que poco me interesó cuando me lo dio.
“Las batallas en el desierto” de José Emilio Pacheco, de pronto me sentí tan identificado con el pequeño Carlos, que terminé de leerlo en una noche de insomnio, tras él le siguieron libros como “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry, “Demian” de Hermann Hesse y “El alquimista” de Paulo Coelho, siendo este último el que me cortó la inspiración de continuar leyendo este género literario. Sin embargo, “Demian” fue crucial en mi formación espiritual y emocional. De pronto mi mundo ya no era blanco y negro, ahora veía los matices y escalas cromáticas.
Estaba ante mis ojos todo un nuevo mundo de posibilidades y quería compartirlo, pero, ¿a quién? Recuerdo que en aquel tiempo me juntaba con muchos compañeros del colegio y de la colonia, sin embargo, tenía un amigo con el que podíamos hablar de otros temas y fue al que le confesé que ya no creía en Dios, me asombró un poco cuando me dijo que él tampoco. A partir de allí empezamos a juntarnos mucho más. Cuando empezamos a platicar de las cosas que nos gustaban y sobre creencias, recuerdo que me comentó que le gustaba la magia y lo esotérico, lo cual me pareció muy curioso, porque tenía un tío que se dedicaba a ello y siempre me había generado mucha curiosidad. Sin embargo, hasta ese momento casi no le preguntaba a mi tío sobre ello por pena.
Empezamos a realizar nuestros pequeños rituales, hasta donde nuestro poco conocimiento y nuestros limitados recursos nos permitían, a él le atraía más la parte alquímica y pociones mientras que a mí los hechizos y clarividencia. Poco a poco fui acercándome al conocimiento de mi tío iniciándome en la Cartomancia, Quiromancia y Radiestesia. Pese a que al año siguiente entre a la secundaria y ya casi no nos veíamos, cada fin de semana seguíamos haciendo nuestros rituales. Conforme fue pasando el tiempo la amistad fue alejándose cada vez más, sin embargo, encontré una senda en el mundo esotérico.
También es importante mencionar otra semilla que se debe a mi hermana, la cual tiene una gran pasión por la lectura, que constantemente me prestaba algunos libros para leer, entre ellos hay uno que le guardo un gran cariño, es el de “Tadeo Jones: Tras la lanza de Odín” y aunque en un inicio solo fue un libro que me gustó mucho, poco a poco noté como tenía cierta inclinación por el mundo nórdico. Desde la secundaria recuerdo tener mi martillo de Thor, cuando descubrí que hay una religión basada a esa creencia, la adopté y en la actualidad sigo practicándola, de misma forma agregué la Runomancia como otra habilidad.
Por un par de años me dediqué a la optometría y puedo decir que gracias a ello, conocí a una maravillosa mujer que tuve la suerte de convertirla en mi esposa y madre de mi hijo, ahora somos socios y tenemos un par de proyectos en pie. También logré combinar en gran medida todas mis aficiones dedicándome a la producción audiovisual.
"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos"
- Charles Chaplin